Herramientas
En este apartado, voy a hacer una clasificación de las
herramientas utilizadas en la talla de madera. Aunque pueda parecer que hay
demasiados tipos de gubias, lo que realmente es cierto, un principiante sólo
necesita tres o cuatro diferentes para empezar a trabajar, lo cual supone un
alivio económico, pues no estamos hablando de material barato, precisamente.
1.- Elementos de corte: gubias y formones Los utilizaremos para
producir en la madera los cortes y rebajes necesarios para sacar los relieves y
obtener las formas buscadas. Las gubias poseen dos partes diferenciadas, el
mango y el hierro y se clasifican atendiendo a la huella que producen y a la
forma del hierro. La forma varía desde una línea recta a una curva muy
pronunciada en forma de U, con todos los pasos intermedios. Incluso otras
formas que se salen de la simple curva y que veremos a continuación. Además,
también varían en función del tamaño de ese corte, que se expresa en
milímetros, y que va desde 2 (o incluso menos en algunos modelos) hasta 35. En
cuanto a su nomenclatura, hay variantes según los fabricantes, pero la mayoría
utiliza una doble numeración, en la que la primera cifra indica el grupo al que
pertenece la gubia (su forma), y el segundo, la longitud de su corte en
milímetros. Además utilizan una serie de letras para distinguir otros aspectos,
como inclinación, tamaño y forma del hierro, etc.
a) Gubia
recta.- Su corte es recto, como el de un formón, pero se diferencia de éste en que
no tiene biseles laterales, su hierro es más fino y además puede tener un bisel
frontal, o dos, a diferencia del formón, que siempre tiene uno
A partir de ahora, representaré únicamente los
hierros, con el fin de economizar recursos y ahorrar tiempos de espera en la
carga de los dibujos.
b) Gubia
recta en ángulo.- Posee el corte inclinado. Al igual que la gubia recta, puede tener uno o
dos biseles. Es útil para acceder a algunas zonas difíciles, no obstante, no es
una gubia de uso frecuente.
c) Gubia plana.- Es aquella que tiene una
curvatura suave en su corte. Se utilizan con mucha frecuencia.
d) Gubia mediacaña.- Su curvatura ya es bastante pronunciada. La máxima
se alcanza cuando el corte abarca una semicircunferencia. También es una gubia
de uso frecuente.
e) Gubia
cañón.- La curvatura se hace máxima. Su corte tiene forma de U.
f) Gubia de
esquina o gubia en V Es una gubia muy utilizada. El corte lo forman las
dos palas con la característica forma en V. El ángulo puede variar entre los 35
y los 60º.
g) Gubias
curvas.- Se refieren a las que la forma del hierro está curvada desde su inicio.
Pueden tener cortes de gubia plana, mediacaña y en V. Su utilidad se hace mayor
en trabajos de fondos, donde una gubia de hierro recto podría atascarse al
ofrecer un ángulo de ataque a la madera demasiado alto
. h) Gubias acodadas o codillos.- Son las que tienen la
curvatura en la parte final del hierro. Esto les permite llegar a lugares inaccesibles
con una gubia de hierro recto. Las hay en todas las variedades posibles:
rectas, rectas en ángulo, planas, mediacañas, cañones y en V. Ciertamente
podemos pensar que su vida es menor que las otras, ya que van a admitir muchos
menos afilados, pero también es verdad que su uso no es frecuente.
i) Gubias cola de pescado.- Son gubias de hierro
recto, que consiguen la longitud total de la curvatura en la parte final de la
misma, es decir, va en disminución desde el corte hacia el mango. Su utilidad es
el menor peso de la herramienta, cualidad nada despreciable en gubias de tamaño
considerable utilizadas en grandes esculturas. La forma y tamaño de su corte
abarca las principales variedades.
j) Gubias
pata de perro.- Tiene una forma angulada para acceder a zonas de acceso muy complicado. Su
corte es recto. Son gubias que se utilizan muy poco, pero cuando la situación
requiere su uso, se agradece tenerlas entre nuestras herramientas.
k) Contra codillos.- Son gubias con
curvatura en la parte final de su hierro, pero invertida con respecto a las
gubias acodadas. Son útiles, aunque no imprescindibles, para redondear algunos
motivos. Su corte abarca el tipo de las medias cañas de poca curvatura.
l) Hay más de gubias, como los macaroni,
fluteroni, bacheroni y otros, pero son de uso muy específico e infrecuente, por
lo que no profundizaremos en ellos. En cualquier caso, sus perfiles
corresponden respectivamente a los tres últimos dibujos del gráfico inferior.
Presento ahora un esquema con el dibujo de las secciones
de los diferentes tipos de gubias en relación a su forma, para que se puedan
hacer una idea de la gran variedad que nos podemos encontrar, teniendo en
cuenta que cada tipo se encuentra en varios tamaños y muchos de ellos en
diferentes formas de hierro.
m)
Formones.- Nos los podemos encontrar de gran variedad de marcas y características,
aunque para tallar, nos interesa que el hierro sea lo más delgado posible y que
el acero no sea demasiado duro, como los de composición cromo-vanadio, ya que
éstos están fabricados pensando en el trabajo habitual de carpintería, más
exigente en cuanto a la resistencia a los golpes, pero menos en cuanto a la
suavidad del corte. El ancho apropiado de la hoja para la mayoría de los
trabajos que se realizan en la talla oscila entre los m.m.14-18
2.- Elementos de golpeo: mazos de tallista.- Aunque gran parte del
trabajo que realiza el tallista utiliza la gubia con las dos manos, hay
ocasiones en que se hace necesario el uso de una herramienta de golpeo que
alivie el avance de la herramienta de corte en la madera. Tal es así en la
importante labor de desbaste. Para ello, se utilizan mazos, de diferentes
formas, tamaños y materiales, pero que tienen un denominador común, no deben
deteriorar el mango de la gubia al golpear sobre ella. La forma más habitual es
la troncocónica, ya que permite un golpeo uniforme sin tener que estar
pendiente de mirar la posición del mazo (si fuese con forma de paralelepípedo,
podríamos ofrecer una arista al golpeo y malograr el corte, con el peligro que
eso tiene para una labor tan delicada). La mayoría son de madera dura, aunque
también podemos encontrarlos de nylon, bronce o plomo. El peso varía en función
del gusto del tallista, aunque hay que tener en cuenta que un peso excesivo
provocaría cansancio. Normalmente oscila en torno a los 400-600 gramos

3.- El elementos de apriete.- Son fundamentales para sujetar la/s
pieza/s que estamos trabajando. A continuación, presento una tabla con
diferentes posibilidades de sujeción
4.- Elementos de afilado:piedras de afilar y
asentar.- Para el trabajo de la talla resulta imprescindible el perfecto
afilado y asentado de las herramientas de corte. Esta es una labor que se puede
realizar mecánica y manualmente. El afilado mecánico se reduce a la utilización
de una esmeriladora eléctrica. Los mejores resultados se consiguen con piedras
refrigeradas por agua y de baja revolución; con ello se logra que el acero de
la herramienta no se destemple y además se tiene mayor control visual sobre el
proceso. Lo mismo podemos obtener utilizando una piedra de afilar al agua o al
aceite y bastante paciencia, hasta rehacer el filo de la herramienta y el bisel
adecuado para el trabajo que vamos a realizar (ángulo mayor para maderas duras
y menor para las blandas). No obstante, esto no es suficiente para la precisión
de corte que necesita el tallista en su herramienta. Es imprescindible el
proceso de afinado o asentado de la misma, el cual se consigue utilizando una
piedra de grano finísimo lubricada con aceite. Se utilizará una piedra plana
para los formones y los biseles exteriores de las gubias y piedras con formas
específicas para los interiores. Tras este proceso, en el cual se desprende la
rebaba residual del afilado previo, la herramienta estará preparada para trabajar,
pudiendo probar si el afilado ha sido correcto cortando a contraventa una
madera blanda, por ejemplo el pino; Si el corte es limpio y suave y no quedan
grietas en la madera, la herramienta está preparada para su uso. Existen
artesanos que tras este paso todavía realizan otro, que consiste en el
suavizado a base de una tira de piel o cuero tratados con óxido de hierro y
sebo.
5.- Elementos de acabado: imprimaciones, tintes, ceras y barnices.-
Para el acabado de la pieza, es imprescindible tratarla para realzar su belleza
y para protegerla en lo posible del paso del tiempo. Para ello utilizaremos
imprimaciones a base de sustancias fungicidas e insecticidas que ayuden a que
nuestra obra no sea fácil pasto de los hongos e insectos xilófagos. También podemos
utilizar los tintes, anilinas o colorantes que consideremos apropiados para
realzar la belleza de nuestra obra, creando efectos de envejecido o simplemente
tiñendo la madera para conseguir tonos más agradables o imitar a maderas
distintas (nogal, caoba,...). Por último, deberemos decidir el tratamiento de
acabado que le vamos a dar a la obra. Éste puede ser cera, en cuyo caso yo
recomiendo la utilización de cera natural de abejas diluida en esencia de
trementina (aguarrás puro), o a base de barnices, donde recomiendo que nos
informemos en nuestro distribuidor habitual de pinturas, ya que hay en el
mercado numerosas marcas, variantes y composiciones distintas, ya sea para
obras que van a estar en el exterior o en el interior, para muebles lisos o
profusamente tallados, para dar a brocha o pistola, etc.